Descubre en el ‘Barómetro Esade-ISS de Sostenibilidad en el Workplace’ cómo las empresas españolas están redefiniendo sus espacios de trabajo. Este estudio, realizado por el Instituto de Innovación Social de Esade y ISS España, explora la integración de la sostenibilidad en las estrategias y culturas organizativas, subrayando su impacto en el liderazgo y la gestión empresarial. El análisis ha llevado al desarrollo de un decálogo de buenas prácticas replicables que fomentan entornos laborales más sostenibles, colaborativos y resilientes.
Sobre el Estudio
Este estudio tiene como objetivo principal evaluar la integración de la sostenibilidad en los espacios laborales de las empresas españolas y su potencial para generar innovación sostenible e impacto social positivo. De este modo, proporciona un análisis detallado de cómo las empresas están redefiniendo el concepto de workplace más allá del espacio físico, sino como un ecosistema donde interactúan diversos actores de la cadena de valor, incluyendo competidores y colaboradores externos.
Se trata de una muestra de 37 empresas españolas que han respondido a un cuestionario online y participado en las entrevistas. El 27% pertenecen al IBEX35 y el 78% tienen más de 1.000 empleados. Se trata de empresas con un grado de madurez relativamente alto en cuanto al conocimiento y gestión de los temas relacionados con la sostenibilidad, ya que que la gran mayoría están sometidas a la Ley 11/2018 sobre el estado de la información no financiera (EINF) en España.
El Decálogo de la Sostenibilidad en el entorno laboral
1. Liderazgo humanista como catalizador de la transformación
Los líderes deben adoptar un enfoque humanista, promoviendo una organización que inspire y facilite la transformación hacia la sostenibilidad. Esto implica priorizar una visión integral y empática, impulsando la innovación y la colaboración mediante la ruptura de silos poniendo las personas en el centro.
El propósito y valores de una organización deben traducirse en sus prácticas cotidianas y no sólo en su estrategia. Este propósito debe ser un motor de cambio empresarial, fomentando una coherencia entre acciones y declaraciones y permitiendo que el impacto de la empresa se integre plenamente en su cultura y estrategia.
El diseño de los espacios de trabajo debe centrarse en las necesidades y el bienestar de las personas trabajadoras, colocando las personas en el centro y promoviendo un entorno inclusivo y regenerativo que genera oportunidades de desarrollo para todos.
La colaboración con entidades sociales que va más allá de las relaciones de filantropía permite crear ecosistemas de innovación social que facilitan que las personas trabajadoras adquirieran competencias de intraemprendimiento social y una nueva perspectiva para gestionar proyectos y modelos de negocio de impacto.
Adaptarse a nuevas regulaciones (CSRD, CSDDD) no debe verse solo como cumplimiento, sino como una oportunidad para mejorar las prácticas sostenibles y colaborar más estrechamente con otros actores del ecosistema empresarial, transformando la organización en un entorno más abierto y colaborativo. Por ejemplo, la gestión colaborativa de riesgos y oportunidades a lo largo de la cadena de valor y con las partes interesadas.
Conclusión
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