BeSost Consultoría Sostenibilidad I RSC I ODS

En un contexto climático cada vez más incierto, las empresas no sólo deben prepararse, sino construir resiliencia de forma estructural y colaborativa. Esta es una de las principales recomendaciones del informe The Business Case for Climate Adaptation, que se discutirá el próximo 13-16 de Octubre en el foro SB´25 en San Diego.

Tres niveles clave para escalar la resiliencia climática

Según el informe, existen tres niveles fundamentales para poder escalar la resiliencia climática; dentro de la propia organización, en la cadena de valor y en el ecosistema más amplio.

1. Interno: resiliencia como músculo organizacional

Implica integrar la adaptación en todas las áreas —estrategia, operaciones, finanzas, personas— mediante formación, gobernanza climática y rediseño de procesos. Es necesario redefinir KPIs, protocolos de crisis, y también incluir la resiliencia en la innovación y el desarrollo de producto.

2. Cadena de valor: colaboración para reducir vulnerabilidades compartidas

Los riesgos climáticos no afectan solo a una empresa, sino a sus proveedores, distribuidores y clientes. Escalar resiliencia significa también co-crear soluciones con estos actores: desde planes de continuidad hasta criterios climáticos en compras responsables o acuerdos logísticos adaptativos.

3. Ecosistema: alianzas para transformar el contexto

Por último, la resiliencia se multiplica cuando las empresas participan en coaliciones público-privadas, redes sectoriales o iniciativas territoriales que buscan proteger entornos, infraestructuras y comunidades vulnerables. El liderazgo empresarial también pasa por impulsar el cambio más allá de los márgenes del balance.

Innovación y rentabilidad: dónde están las oportunidades reales

Invertir en adaptación no solo es necesario desde la gestión de riesgos, también abre la puerta a oportunidades económicas tangibles.

Según el Adaptation & Resilience Playbook (Tailwind, 2024), los sectores pueden agruparse según su madurez en innovación y capital invertido:

Los Bright Spots o Espacios Brillantes

Se trata de sectores con alta demanda, inversión y actividad emprendedora:

  • Infraestructura hídrica eficiente
  • Agricultura y alimentación resiliente
  • Redes eléctricas adaptadas • Modelos predictivos (industria/ICT)
  • Eficiencia térmica en edificios urbanos

Los Bright spots son espacios donde ya se están generando soluciones escalables y con retorno probado.

Las Hidden Gems o Diamantes escondidos

Son sectores de alta demanda, pero poca inversión aún:

  • Transporte resiliente
  • Soluciones basadas en la naturaleza
  • Agricultura regenerativa
  • Inteligencia climática para real estate

Las Hidden Gems son terrenos fértiles para quien se adelante. Alto potencial, baja competencia.

Los Blind Spots o espacios ciegos

Se trata de ámbitos con enorme impacto pero sin suficiente atención:

  • Salud ante el calor extremo
  • Sistemas sociales post-desastre
  • Acceso al agua en zonas áridas

Los Blind Spots requieren visión, voluntad y enfoque de impacto colectivo. Por todo ello se puede decir que la adaptación climática no es solo una exigencia ética o legal: es una oportunidad económica real. Las empresas que apuesten por una innovación útil y alineada con los desafíos climáticos tendrán una ventaja competitiva. 

¿Trabajamos juntos en estos retos?

En BeSost acompañamos a las organizaciones que quieren hacer de la adaptación climática una palanca de transformación y competitividad. Identificamos riesgos físicos, priorizamos acciones de alto impacto y conectamos la resiliencia con los objetivos estratégicos de negocio.

¿Quieres que te acompañemos en el proceso de transformación?

Artículos relacionados: